domingo, 31 de octubre de 2010

Te toca a ti...

Recordando al futurologo Joel Barker (siempre estará vigente), quisiera iniciar con una de las reflexiones que más repito en las charlas de trabajo en equipo:

"...Había una vez un sabio que solía ir a la playa a escribir, tenía la costumbre de caminar en la playa antes de comenzar su trabajo. Un día mientras caminaba junto al mar, a lo lejos observó una figura humana que se movía por la orilla como un bailarín. El sabio sonrió, al pensar en alguien que bailaba para celebrar el día, luego apresuro el paso y se acercó. Al llegar, vio que se trataba de un joven, y que el joven no bailaba, si no que se agachaba para recoger algo y suavemente lanzarlo al mar. A medida que se acercaba al joven, saludo y pregunto: ¡Buen día! ¿Que esta haciendo?, el joven hizo una pausa, se dio vuelta y respondió: arrojo estrellas de mar al océano. El sabio continuó diciendo: supongo que debería preguntar por que arroja estrellas de mar al océano?. El joven contesto: hay sol y la marea esta bajando, si no las arrojo al mar, morirán.  El sabio preguntó: pero joven, no se da cuenta que hay millas y millas de playa, y miles de estrellas de mar, realmente piensas que tu esfuerzo tiene sentido?. El joven lo escucho respetuosamente, luego se agacho, recogió otra estrella de mar y la arrojó al agua, mas allá de las olas. Al regresar junto al sabio le dijo, para aquella estrella mi esfuerzo tuvo sentido..."

A menudo observamos de manera crítica lo que ocurre a nuestro alrededor, sin hacernos dueños de las oportunidades de mejora. Muchos decidimos dar el paso al frente y participar en una nueva visión de futuro, aceptando que  la realidad que nos toco vivir, exige evolucionar y cambiar constantemente de paradigmas. Sin embargo, algunos se mantienen como simples observadores, afianzados en su zona de confort, dejando constancia en los diferentes escenarios en los que participan, para evitar en lo posible que los equipos avancen o se integren, pues el hecho de no sumarse a las iniciativas de cambio, les obligan a actuar como detractores, que luego quedan a flote en las circunstancias de mayor exigencia individual, indistintamente de su rol social u organizacional. Muchos de ellos se conforman solo con preguntarse ¿para que evolucionar si lo estamos haciendo bien?, o se refieren a los que se atreven a avanzar con frases como: "ese lo que quiere es figurar". Mas allá de excluirlos, tenemos el reto de trabajar para convencerlos y sumarlos, para generar una especia de tensión que podríamos denominar "centrifuga", en donde aquellos que asuman la actitud positiva, se mantendrán aferrados al centro, pero aquellos que decidan mantener su actitud negativa simplemente se desprendan e inicien nuevos rumbos.

En mi entrada anterior, hacía reflexiones acerca del rol del líder moderno, y de la importancia de modelar con el ejemplo, para que nuestros seguidores asuman los retos de manera diferente, y con pensamiento positivo. Ahora quisiera extender la invitación para que líderes, seguidores y pares, se sumen a la oportunidad de evolución y cambio que estamos experimentando, de tal forma que desde sus diferentes roles y con la garantía que implica el sello personal, podamos accionar y compartir, nuevos modelos de actuación y aceptar nuevos paradigmas que nos sirvan para replantear, la manera como agregamos valor en nuestro trabajo, nuestra familia y nuestra comunidad.

Como el joven de la historia narrada por Barker, todo lo que hacemos tiene sentido. Cada detalle cuenta. Cada intervención, cada palabra, cada acercamiento con nuestros equipos de trabajo, cada vez que perseguimos y alcanzamos un resultado, estamos sumando para que la vida sea diferente.

En días pasados, tuve la maravillosa fortuna de asistir a un acto especial junto al equipo de Responsabilidad Social de Banco Exterior y a su Presidente "Raúl Baltar", en el que poco más de 60 niños de escasos recursos, recibieron implementos para facilitarles la práctica del baseball. La verdad, se trataba de un momento mágico cargado de mucha energía positiva, y marcado en esencia y satisfacción personal, por las sonrisas de los niños y por el ánimo que se experimentaba en ese momento. Al reflexionar el resultado de esta actividad con mi colega y amigo Carlos Figueroa, veíamos como desde tres puntos de vista diferentes, estábamos logrando un aporte de primera línea. La primera visual, la oportunidad que Exterior esta brindando a la comunidad, facilitando la practica del deporte en niños que por nuestra realidad social, podrían estar ociosos en cualquiera de nuestros barrios, pero que sin embargo, les demostramos que creemos en ellos y en su futuro, aportando equipos para su entretenimiento, educación y energía interior. La segunda visual, dedicada a los padres de los niños que indistintamente de su condición social y de la distancia entre sus casas y el campo de entrenamiento, deciden levantarse todos los sábados muy temprano, para poder estar en la escuela de baseball a las 8:00 am. Sin ellos, el niño difícilmente asistiría solo. La tercera visual, la satisfacción personal que significa participar en estas actividades, recordar con humildad de donde venimos, y sentir mayor afinidad con la empresa en la que laboramos, pues gracias al esfuerzo de toda nuestra gente sin igual, se obtienen los resultados financieros con los que posteriormente podemos realizar este tipo de aportes.

En este pequeño pero significativo ejemplo, podemos observar como desde nuestro rol, logramos cosas maravillosas. Solo necesitamos alimentar nuestra actitud positiva hacia la evolución, hacia la oportunidad que nos brinda la correcta alineación entre lo que pensamos, decimos y hacemos, todo en perfecto balance hacia nuestra participación como líderes. Si pensabas que tu esfuerzo no tenía sentido entre tantas cosas del día a día y a la dinámica que nos envuelve, te invito a reflexionar y a pensar en que todas tus acciones nos permiten llegar al resultado. Es por ello que debes hacer foco sobre la ética, el trabajo en equipo, la honestidad y la responsabilidad que te exige pensar en la calidad de todo lo que haces, pues hoy no solo estamos trabajando conjuntamente para tener algo mejor, si no para asegurar la calidad de vida de nuestros hijos y nietos.  

Algo tenemos seguro en nuestros días, cuando el cambio y la evolución se hacen inminentes, aquellos que decidan quedarse de brazos cruzados se harán evidentes. 

Comenzamos un viaje largo y ambicioso. Un viaje determinado en gran medida por nuestras habilidades sociales, y nuestra capacidad individual para sumarnos con nuestras acciones presentes a la visión de futuro.

Al final, somos lo que creemos...

Lo mejor, es lo que viene. 

   

lunes, 4 de octubre de 2010

El líder y el pensamiento positivo...

"...2 de septiembre de 1945, tras el último contacto con el cuartel general, silencioso pero con la intención de motivar un cambio hacia lo positivo, el soldado Rose toco el hombro de su compañero Torres, para pedirle que descansara, que pensara en su esposa, en su hijo, en su familia, que pensara bien en lo que haría al regresar a casa, pues la guerra había terminado. Torres no lo podía creer, sus ojos se llenaron de lágrimas, pero esta vez no eran lágrimas de tristeza, ni de miedo, ni por ver a un compañero mortalmente herido. Eran lágrimas de alegría, por la emoción que le producía pensar en que el sol, sería a partir del amanecer, la guia que lo llevaría a casa, a su tan añorada vida, a lo que siempre había soñado, a su nueva y deseada realidad..."


De esta manera comienzo mi primera entrada en este apasionante mundo de la blogosfera. Como todo lo que hago, intentaré dejar una huella en todos mis lectores, pues mi convicción por hacer del mundo algo diferente, me reta a tomar y exponer diferentes puntos de vista, que puedan llevar a la reflexión más profunda, y que sirvan para habilitar nuevos estilos de pensamiento y modelos de actuación, que lejos de ser ajenos o desconocidos, son modelos y estilos que están dentro de nosotros mismos, que hemos mantenido dormidos por diferentes paradigmas y en ocasiones por viejos esquemas de liderazgo que obligan a muchos a permanecer en silencio, y en el peor de los casos en el anonimato. Bienvenidos al espacio de acción en donde todo es posible, en donde se vive y se aprende de la vida como algo maravilloso, en donde solo cabe la linea del pensamiento positivo.


Como en la guerra, muchas personas en nuestro entorno se han acostumbrado a esperar lo peor. Han tomado como alternativa en su accionar del día a día, la opción de aceptar lo que simplemente vienen heredando sin intentar nuevas formas de abordar los retos, y señalando frases tales como: esto siempre se ha hecho así, tenemos que resignarnos, no hay nada que hacer, así estamos cómodos, para que complicarnos, entre otras. Se han acostumbrado a guardar silencio aun teniendo la razón. Se han acostumbrado a menospreciar su propio talento, y a negarse el derecho de avanzar por el camino creativo y asertivo de "atreverse" a lograr cambios fundamentales para alcanzar una vida llena de satisfacción y éxito.


En el nuevo entorno organizacional, son múltiples los retos a los que se enfrentan los nuevos líderes. Guiar a sus equipos de trabajo y aceptar que las habilidades sociales constituyen el 80% del éxito profesional, y que el otro 20% esta compuesto por el coeficiente intelectual y las habilidades, son los paradigmas más importantes que enfrentar y aceptar. Por otro lado, los equipos modernos, están demandando liderazgos cercanos, que activen el entusiasmo, que faciliten espacios para nuevas líneas de pensamiento crítico. Líderes que orienten a sus seguidores y los motiven a alcanzar el siguiente reto, convencidos de obtener un mejor futuro. Líderes que fundamentan en la confianza, la herramienta más poderosa para delegar con la conciencia de desarrollar el talento de la gente, y que se aprovechan de la diversidad de las personas que le rodean, para obtener el mejor resultado posible.


Hace unos días, un amigo a quién aprecio, admiro y respeto muchisimo, me comentaba que el líder que escala hasta los más altos niveles, es aquel que logra superar los más difíciles obstáculos, y que desarrolla al máximo su inteligencia emocional, para poder sobreponerse a los más exigentes retos gerenciales, logrando liderar a sus pares, a sus seguidores y sus propios líderes.


Está en nuestras manos, bien sea como líderes o como seguidores, desarrollar equipos de trabajo del alto desempeño, que utilicen como medio fundamental las habilidades sociales y la convicción de "evolución", que sirvan de plataforma para avanzar más allá de los viejos esquemas de poder y autoridad. Esta nueva creencia, servirá para ubicar a nuestro equipo de trabajo dentro de nuevos esquemas de liderazgo y "aprendizaje continuo", generando experiencias enriquecedoras, protagonismo en el resultado, y los "puntos de tensión" necesarios para que cada uno de los integrantes haga el mejor esfuerzo para obtener el mejor resultado posible.


En una de las charlas de coaching, una de las participantes me hacía la siguiente pregunta: ¿Cual es el mejor momento para motivar al equipo?. Yo me atreví a responder con 3 nuevas preguntas para inducir un momento de reflexión: 1)¿Estas facilitando los espacios de diálogo necesarios para que tu equipo plantee nuevos métodos de trabajo?. 2)¿Tu equipo observa en tu actuación diaria que siempre buscas nuevas formas o métodos para alcanzar resultados diferentes?. 3)¿Diferencias un logro de un sobrecumplimiento y premias ambos resultados por igual?. Si estas tres preguntas tienen una respuesta, entonces podré responder a tu pregunta inicial. Si por el contrario, algunas de estas 3 interrogantes no tiene respuesta, entonces estas a tiempo de regresar con tu equipo y practicarla, hasta obtener un resultado.


Recuerda, la evolución de nuestros equipos de trabajo depende de la medida en que el líder modela conductas observables, que generen la convicción de que: a) no existe el fracaso, solo son oportunidades de aprendizaje. b) Siempre existen formas diferentes de alcanzar un resultado. c) El inmenso poder del pensamiento positivo. d) Aprovechar la diversidad de las personas que nos rodean. e) Reforzar constantemente las conductas positivas de los integrantes del equipo. f) "Celebrar" el éxito en equipo. g) Mantener un lenguaje común para que todos sientan el protagonismo indistintamente de su rol dentro del equipo. h) Practicar el "Feedforward" para fortalecer el desempeño futuro de todos los integrantes del equipo. i) Desecha el pasado, y concentra el diseño del reto en base al presente y a las oportunidades que ofrece el futuro.


Para concluir, en una mesa de reflexión en la que varios colegas conversábamos del cambio organizacional, discutíamos acerca de como los equipos de trabajo venían actuando de manera diferente, de como observabamos más reuniones, más oportunidades de diálogo y participación entre diferentes equipos que antes, no veían estas opciones como válidas, pues solo basaban sus estrategias de gestión del talento humano en establecer metas numéricas y obtener resultados, sin agregar las habilidades sociales. Uno de los colegas comento: "...efectivamente los seguidores están cambiando...". Luego de varios minutos, llegamos a una conclusión diferente, en la que realmente confirmamos que no son los seguidores los que están cambiando. Esta vez, son los líderes los que están haciendo cosas diferentes, modelando nuevos estilos que inspiran a los seguidores, para sembrar que la evolución y el cambio, son una oportunidad maravillosa que les permitirá a través de su propio talento y entusiasmo, un futuro lleno de oportunidades y optimismo.


Hasta la próxima...Lo mejor, es lo que viene...

Transformación y adaptabilidad: un asunto urgente frente a la crisis

En una de las más recientes presentaciones del profesor Mario Alonso Puig, escuche una cita de Nietzsche que decía:  "...el...