domingo, 7 de agosto de 2016

La neurociencia y su impacto en los estilos gerenciales


Durante gran parte del siglo XX, las organizaciones recorrieron el camino del aprendizaje y la transformación empresarial, bajo el paradigma de que sus logotipos y el tamaño de sus sedes corporativas, determinaban que tan grandes podían ser como organizaciones, en mercados que poco a poco se hacían mas complejos e inteligentes. Historias de éxito y fortuna, marcaron el ritmo de grandes corporaciones que en las últimas dos décadas, se han visto forzadas a reducir sus grandes estructuras, gracias a la llegada de nuevas técnicas de comercialización como el “internet de las cosas”, el marketing digital, y la necesidad de captar, desarrollar y retener al talento humano capaz de integrar espacios creativos, culturas de innovación, y ambientes “adhocráticos” y motivadores para hacer sostenible la operativa de las empresas ante la difícil tarea del cambio transgeneracional.

Foco en la gente como estrategia de sostenibilidad

Como anécdota puedo contarles que en 2013, tuve la oportunidad de asistir a una actividad de actualización del Balanced Scorecard Institute. Esta vez se reunía el equipo del Prof. Kaplan en New Orleans (USA), para dar nuevos lineamientos que flexibilizaban la metodología. En esa dinámica tuve la oportunidad de escuchar a la persona responsable de la Planificación Estratégica de la NASA, diciendo que para ellos el foco fundamental no estaba centrado ni en la ingeniería, ni en la tecnología disponible, pues daban por hecho que ambos aspectos ya eran parte de su día a día. Esta persona afirmaba que lo mas importante era poder captar y desarrollar al mejor talento humano, para sacar el máximo provecho al ecosistema tecnológico, de procesos e ingeniería en beneficio de la evolución humana. Tal mensaje, marcaba un hito de gran trascendencia en lo que para mi era una organización como la NASA, y de hecho reafirmaba el trabajo que en ese tiempo venía desarrollando junto a mi equipo creativo para un banco venezolano, diseñando dinámicas movilizadoras, actividades de transformación de su liderazgo y vehículos de comunicación innovadores,  para alcanzar excelentes resultados de ambiente laboral certificados por “Great Place to Work”, como el primer banco para trabajar en Venezuela y la decima mejor empresa para trabajar en Latinoamérica.      


“…El 90% del éxito de un líder estará basado en su inteligencia emocional. Solo el 10% será consecuencia de sus destrezas y habilidades técnicas…”
                                                                                                         Daniel Goleman

                                                                                                        
El liderazgo marca la diferencia en el desempeño del equipo

Un buen ambiente laboral solo es posible, cuando los líderes de una organización actúan como grandes conectores entre las distintas áreas y facilitan los espacios de encuentro para que el talento multidisciplinario, alcance su mayor impacto en la evolución de la empresa. Para que esto ocurra, el líder debe modelar con clara intención motivadora que estimule la libertad de pensamiento. Debe mantener viva la ilusión de sus colaboradores indistintamente de las circunstancias, cuidando siempre el propósito colectivo como foco de la dinámica de su equipo. Es necesario para un buen líder, “subirse al balcón” y ver los desafíos desde una perspectiva diferente a la que tradicionalmente los veía, para poder tomar las decisiones que aseguren la continuidad, convivencia y evolución de la organización. Es un hecho comprobado, que si el líder cambia primero y facilita los espacios de desarrollo, reflexión, evolución y aprendizaje, el equipo casi de manera instantánea adopta los procesos de transformación de forma natural.

Subirse al balcón requiere un estilo de pensamiento diferente

Recordando al profesor Ronald Heifetz, para que un líder desarrolle al máximo su capacidad adaptativa, debe tener siempre presente tres interrogantes: 1) ¿Cual es la situación actual de mi equipo?, 2) ¿Cómo debería ser mi equipo para que su aporte sea de alto impacto en la evolución de la organización?, 3) ¿Qué estoy haciendo para poder facilitar el camino entre la situación actual de mi equipo y la virtuosidad de su situación futura?.

Pareciera una tarea sencilla, pero subirse al balcón exige a los líderes desprenderse inicialmente de varios elementos que vienen implícitos en la maleta de ese viaje que en sentido figurado, proviene de las experiencias pasadas y de su desarrollo en ambientes que en las décadas pasadas, moldeaban su personalidad como líder. Ego, prepotencia y la peor de todas, la agonía de creerse una especie de “gurús” con la capacidad de saberlo todo y creer tener siempre la razón, sin escuchar las nuevas propuestas, creer en el liderazgo emergente, o asumir las nuevas tendencias de redarquía organizacional. 

Subirse al balcón, también exige salir de la zona de confort, además de elevar el nivel de debate y dialogo desde el lenguaje técnico operativo, hacia una narrativa estratégica y orientadora que estimule la visión colectiva y la dirección de los equipos a través de vehículos de comunicación distintos a lo tradicional, con dinámicas innovadoras para obtener lo mejor del talento de la gente.


“…Si el liderazgo consistiera solo en darle las buenas noticias a la gente, la tarea sería fácil…”
                                                                                                         Ronald Heifetz


Los gustos y preferencias pueden determinar el estilo de liderazgo

El profesor Kobus Neethling, ha hecho grandes aportes recientes a través de la neurociencia para entender los estilos de liderazgo. Basado en las preferencias, gustos y hábitos de las personas, diseño una técnica llamada NBI (Neethling Brain Instrument), la cual se materializa a través de un ameno cuestionario on-line, con el que se puede obtener un análisis especializado que explica la razón por la que en muchas ocasiones mostramos en nuestro accionar mas interés por algunos temas particulares o personas específicas. Luego de utilizar personalmente esta técnica en 2013 en ocasión de un programa de formación en el INCAE de Miami, decidí certificarme en 2014, con la intención de agregar esta técnica como complemento a mi metodología de consultoría organizacional. Puedo decirles que luego de aplicarla a mas de 120 ejecutivos del alto nivel en Venezuela durante el 2015, los resultados demuestran que un alto porcentaje se mantiene orientado en sus estilos de pensamiento, a la obtención de resultados y al orden de los procesos para llegar a estos, dejando un vacío importante en elementos que las nuevas generaciones declaran como fundamentales, como lo son la socialización, la empatía, la gestión de personas, la visión estratégica, la innovación y la creatividad. Como lo ven, tenemos un gran reto por delante, considerando que las organizaciones modernas, deben manejar un balance de pensamiento de sus lideres en cuatro grandes cuadrantes: 1) Visión estratégica o creativa, capaz de establecer y visualizar los desafíos adaptativos con actitud innovadora. 2) Capacidades socializadoras y empáticas hacia la gente que acompaña a las empresas en su evolución y desarrollo. 3) Orden y estructura organizativa para darle carácter sistémico y arquitectura de procesos a la organización. 4) Metas y objetivos claramente definidos, con las técnicas adecuadas para hacer seguimiento y carácter colectivo a los logros y aprendizajes. No existe organización perfecta, ni buena, ni mala con respecto a esta técnica. Solo oportunidades para accionar de manera balanceada, y para eso deben desarrollarse las dinámicas internas adecuadas.

Por estas razones en ATXA Innovación Empresarial, cada vez estamos más convencidos que   las organizaciones son grandes ecosistemas vivos en los que confluyen tres elementos fundamentales constituidos por la cultura (la gente, sus hábitos, métodos de interacción, convivencia y evolución), procesos productivos (aprendizaje, mejora continua, tecnología, métodos de trabajo, sinergia)  y los resultados (alcance de la visión estratégica). Que cuando estos tres elementos se integran, nace el verdadero concepto de la innovación, y comienza de manera casi indetenible una secuencia de ciclos que representan las diferentes etapas de transformación y cambio para las organizaciones.


“…Cuando la creatividad y el aprendizaje fluyen de manera adecuada, se desata el poder en la mente de todo el equipo…”
                                                                                             Kobus Neethling


Será hasta una próxima entrega, para seguir compartiendo mas acerca del apasionante mundo de la innovación y el desarrollo de la capacidad adaptativa empresarial.

¡Lo mejor, es lo que viene!

Gerardo Urdaneta
CEO & Founder de ATXA Innovación Empresarial, C.A.
Especialista en Innovación, Coach & NBI Practitioner.
Twitter: @Gurdaneta3

Linkedin: https://ve.linkedin.com/in/gurdaneta3

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