Durante gran parte del siglo XX, las organizaciones recorrieron el camino
del aprendizaje y la transformación empresarial, bajo el paradigma de que sus
logotipos y el tamaño de sus sedes corporativas, determinaban que tan grandes
podían ser como organizaciones, en mercados que poco a poco se hacían mas
complejos e inteligentes. Historias de éxito y fortuna, marcaron el ritmo de
grandes corporaciones que en las últimas dos décadas, se han visto forzadas a reducir
sus grandes estructuras, gracias a la llegada de nuevas técnicas de
comercialización como el “internet de las cosas”, el marketing digital, y la
necesidad de captar, desarrollar y retener al talento humano capaz de integrar
espacios creativos, culturas de innovación, y ambientes “adhocráticos” y
motivadores para hacer sostenible la operativa de las empresas ante la difícil
tarea del cambio transgeneracional.
Foco en la gente como estrategia de sostenibilidad
Como anécdota puedo contarles que en 2013, tuve la oportunidad de asistir a
una actividad de actualización del Balanced Scorecard Institute. Esta vez se
reunía el equipo del Prof. Kaplan en New Orleans (USA), para dar nuevos
lineamientos que flexibilizaban la metodología. En esa dinámica tuve la
oportunidad de escuchar a la persona responsable de la Planificación
Estratégica de la NASA, diciendo que para ellos el foco fundamental no estaba centrado
ni en la ingeniería, ni en la tecnología disponible, pues daban por hecho que
ambos aspectos ya eran parte de su día a día. Esta persona afirmaba que lo mas
importante era poder captar y desarrollar al mejor talento humano, para sacar el
máximo provecho al ecosistema tecnológico, de procesos e ingeniería en
beneficio de la evolución humana. Tal mensaje, marcaba un hito de gran
trascendencia en lo que para mi era una organización como la NASA, y de hecho
reafirmaba el trabajo que en ese tiempo venía desarrollando junto a mi equipo
creativo para un banco venezolano, diseñando dinámicas movilizadoras,
actividades de transformación de su liderazgo y vehículos de comunicación
innovadores, para alcanzar excelentes
resultados de ambiente laboral certificados por “Great Place to Work”, como el primer
banco para trabajar en Venezuela y la decima mejor empresa para trabajar en
Latinoamérica.
“…El 90% del éxito de un líder estará basado en su
inteligencia emocional. Solo el 10% será consecuencia de sus destrezas y
habilidades técnicas…”
Daniel
Goleman
El liderazgo marca la diferencia en el desempeño del equipo
Un buen ambiente laboral solo es posible, cuando los líderes de una
organización actúan como grandes conectores entre las distintas áreas y
facilitan los espacios de encuentro para que el talento multidisciplinario,
alcance su mayor impacto en la evolución de la empresa. Para que esto ocurra,
el líder debe modelar con clara intención motivadora que estimule la libertad
de pensamiento. Debe mantener viva la ilusión de sus colaboradores
indistintamente de las circunstancias, cuidando siempre el propósito colectivo
como foco de la dinámica de su equipo. Es necesario para un buen líder,
“subirse al balcón” y ver los desafíos desde una perspectiva diferente a la que
tradicionalmente los veía, para poder tomar las decisiones que aseguren la
continuidad, convivencia y evolución de la organización. Es un hecho
comprobado, que si el líder cambia primero y facilita los espacios de
desarrollo, reflexión, evolución y aprendizaje, el equipo casi de manera
instantánea adopta los procesos de transformación de forma natural.
Subirse al balcón requiere un estilo de pensamiento diferente
Recordando al profesor Ronald Heifetz, para que un líder desarrolle al
máximo su capacidad adaptativa, debe tener siempre presente tres interrogantes:
1) ¿Cual es la situación actual de mi equipo?, 2) ¿Cómo debería ser mi equipo
para que su aporte sea de alto impacto en la evolución de la organización?, 3)
¿Qué estoy haciendo para poder facilitar el camino entre la situación actual de
mi equipo y la virtuosidad de su situación futura?.
Pareciera una tarea sencilla, pero subirse al balcón exige a los líderes
desprenderse inicialmente de varios elementos que vienen implícitos en la
maleta de ese viaje que en sentido figurado, proviene de las experiencias
pasadas y de su desarrollo en ambientes que en las décadas pasadas, moldeaban
su personalidad como líder. Ego, prepotencia y la peor de todas, la agonía de
creerse una especie de “gurús” con la capacidad de saberlo todo y creer tener
siempre la razón, sin escuchar las nuevas propuestas, creer en el liderazgo
emergente, o asumir las nuevas tendencias de redarquía organizacional.
Subirse al balcón, también exige salir de la zona de confort, además de elevar
el nivel de debate y dialogo desde el lenguaje técnico operativo, hacia una
narrativa estratégica y orientadora que estimule la visión colectiva y la
dirección de los equipos a través de vehículos de comunicación distintos a lo
tradicional, con dinámicas innovadoras para obtener lo mejor del talento de la
gente.
“…Si el liderazgo consistiera solo en darle las
buenas noticias a la gente, la tarea sería fácil…”
Ronald
Heifetz
Los gustos y preferencias pueden determinar el estilo de liderazgo
El profesor Kobus Neethling, ha hecho grandes aportes recientes a través de
la neurociencia para entender los estilos de liderazgo. Basado en las
preferencias, gustos y hábitos de las personas, diseño una técnica llamada NBI
(Neethling Brain Instrument), la cual se materializa a través de un ameno
cuestionario on-line, con el que se puede obtener un análisis especializado que
explica la razón por la que en muchas ocasiones mostramos en nuestro accionar
mas interés por algunos temas particulares o personas específicas. Luego de
utilizar personalmente esta técnica en 2013 en ocasión de un programa de
formación en el INCAE de Miami, decidí certificarme en 2014, con la intención
de agregar esta técnica como complemento a mi metodología de consultoría
organizacional. Puedo decirles que luego de aplicarla a mas de 120 ejecutivos
del alto nivel en Venezuela durante el 2015, los resultados demuestran que un
alto porcentaje se mantiene orientado en sus estilos de pensamiento, a la
obtención de resultados y al orden de los procesos para llegar a estos, dejando
un vacío importante en elementos que las nuevas generaciones declaran como fundamentales,
como lo son la socialización, la empatía, la gestión de personas, la visión
estratégica, la innovación y la creatividad. Como lo ven, tenemos un gran reto
por delante, considerando que las organizaciones modernas, deben manejar un
balance de pensamiento de sus lideres en cuatro grandes cuadrantes: 1) Visión
estratégica o creativa, capaz de establecer y visualizar los desafíos adaptativos
con actitud innovadora. 2) Capacidades socializadoras y empáticas hacia la
gente que acompaña a las empresas en su evolución y desarrollo. 3) Orden y
estructura organizativa para darle carácter sistémico y arquitectura de
procesos a la organización. 4) Metas y objetivos claramente definidos, con las
técnicas adecuadas para hacer seguimiento y carácter colectivo a los logros y
aprendizajes. No existe organización perfecta, ni buena, ni mala con respecto a
esta técnica. Solo oportunidades para accionar de manera balanceada, y para eso
deben desarrollarse las dinámicas internas adecuadas.
Por estas razones en ATXA Innovación Empresarial, cada vez estamos más
convencidos que las organizaciones son grandes ecosistemas
vivos en los que confluyen tres elementos fundamentales constituidos por la
cultura (la gente, sus hábitos, métodos de interacción, convivencia y
evolución), procesos productivos (aprendizaje, mejora continua, tecnología,
métodos de trabajo, sinergia) y los
resultados (alcance de la visión estratégica). Que cuando estos tres elementos
se integran, nace el verdadero concepto de la innovación, y comienza de manera
casi indetenible una secuencia de ciclos que representan las diferentes etapas
de transformación y cambio para las organizaciones.
“…Cuando la creatividad y el aprendizaje fluyen de
manera adecuada, se desata el poder en la mente de todo el equipo…”
Kobus
Neethling
Será hasta una próxima entrega, para seguir compartiendo mas acerca del
apasionante mundo de la innovación y el desarrollo de la capacidad adaptativa empresarial.
¡Lo mejor, es lo que viene!
Gerardo Urdaneta
CEO & Founder de ATXA
Innovación Empresarial, C.A.
Especialista en Innovación,
Coach & NBI Practitioner.
Twitter: @Gurdaneta3
Linkedin: https://ve.linkedin.com/in/gurdaneta3
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